Llegue a este lugar en el 2002, hace más de 10 años, lugar al que más tarde llamaría hogar, me
traslade desde mi natal ciudad, Coatzacoalcos, Veracruz, en ese entonces tenía
apenas la mayoría de edad, y ya entrenaba para un equipo profesional de fútbol.
No mentiré, no fue fácil, no soy el más rápido, ni el mejor
con la pelota, y además me cambiaron de posición, me retrasaron como central, comenzaron a
llamarme para completar interescuadras con el primer equipo, y así fue como me
fui integrando, para formar parte de este plantel.
Pasaron dos años, un 14 de noviembre del 2004, en Torreón
Coahuila, me llamó el entonces entrenador, parecía casualidad, justo posterior
a calentar, el central titular, se lesiona, y me llaman para entrar de titular
en el primer equipo; así fue como comenzó todo.
En estos 11 años de carrera he vivido de todo, pero no nos
adelantemos, corría el 2005, fue el año que me afiance de titular, tuve la
experiencia de jugar por primera vez en uno de los torneos más importantes del
planeta, la Copa Libertadores, pasamos la etapa de grupos; y nos elimina el que
a la postre fue el campeón Sao Paulo de Brasil; en ese entonces no lo sabia,
pero nos volveríamos a encontrar de nuevo con esa copa. Además durante ese año,
por primera vez me volteaban a ver los seleccionadores nacionales, forme parte
del conjunto que disputó el Torneo Esperanzas de Toulon.
Posteriormente en el Apertura 2005, mi primera campaña como
titular en la central, al lado de grandes jugadores, seleccionados nacionales,
calificamos a la liguilla; igual de una forma que pareciera casualidad; nos
tocó enfrentarnos al equipo más poderoso en ese año, campeón el torneo anterior
y ahora era el líder general, las gloriosas águilas del América. Todo comenzó
fatal, en el primer partido, de local, nos golean con marcador de 3 a 1; en ese
momento parecía que no había esperanza, todo estaba perdido; nos tocaba visitar
lo en uno de los terrenos más inhóspitos, más difíciles, que imponen. Pero no
bajamos la cabeza sabíamos que si jugábamos a nuestra capacidad lograríamos
sacar un susto, en el mismo estadio Azteca, el aforo más grande del país no
solo ganamos, si no goleamos al equipo más poderoso de ese año.
El año siguiente fue difícil, me lesioné, me rompí el hueso,
que los doctores dicen que es como la isla donde no llega agua potable, hubo
ocasiones donde parecía que me recuperaba, pero de nuevo el hueso se volvía a
fracturar, después de mi tercera operación, pensé en el retiro. El parte médico
menciona que fue un año y medio, lo que me aleje de las canchas, pero ha eso
nadie le suma, los meses de recuperación de forma física, futbolística y
mental.
A eso se le suma que fueron épocas difíciles en lo
institucional también. De nuevo se jugó libertadores, pero ya no estuve
presente; esta lesión, parecía un presagio de lo que sucedería, se vivieron momentos difíciles, para
cualquier institución por los siguiente 4 años el equipo pasó a tener una gran
inestabilidad, en tres años me tocaron 11 entrenadores, y en más de una ocasión
se coqueteó peligrosamente con el infierno del descenso. Al final gracias al
apoyo, de familia, amigos y afición, todo valió la pena.
Nunca me caractericé por ser goleador, como ya lo dije, soy
un jugador limitado, 7 goles en liga, he metido, pero tres de ellos han sido
especiales, como toda historia, ocupa un antagonista, el contrario, el acérrimo
rival, para cumplir con la ley de la dualidad en nuestro mundo, el de nosotros
es el Club de Futbol Monterrey, en los partidos ante ellos se juega algo más
que tres puntos, se disputa el orgullo de la ciudad. Ante ellos he tenido la
posibilidad de marcar tres goles, como lo mencione corrían tiempos difíciles,
cualquier alegría que se le pudiera dar a la afición era bienvenida, era el
Clausura 2008, no enfrentamos a Rayados, en la estadio Tecnológico, sobra decir
que no éramos favoritos, esto fue lo que ocurrió.
Mi otro gol, ocurrió al siguiente clásico, igual llegábamos con
los momios en contra, y de visita, esto pasó aquella vez, además era mi
cumpleaños:
Durante esos años, comencé a jugar con regularidad, pero la institución,
seguía sumida en años grises, la fecha que marcó el desenlace, fue el 9 de mayo
del 2009, última jornada de aquel torneo, disputábamos la última fecha ante el
Morelia, sacamos un empate a 1, yo estuve en la cancha y gracias a que el
Necaxa pierde, logramos la permanencia.
Todo cambio en el año del 2010, llega de regreso el bigotón
al equipo; al cual le tomó año y medio para estabilizar el equipo; y para el
Apertura 2011, aunque sólo disputé 8 juegos 4 de ellos completos, era parte del
plantel. ese torneo llegamos a la final, la cual disputamos en casa en una
noche lluviosa de diciembre, todo pintaba bien, pero al inicio del segundo
tiempo perdíamos 1 a 0 en casa; pero con un hombre más en la cancha, de local
con la aficion alentando ese dia como nunca, los 11 hombres en la cancha dieron
el extra remontamos y por fin me pude llamar campeón, esa noche lloré, uno de
los días más felices de mi vida.
Pasaron los años, mi equipo ahora con estabilidad, logramos supe
lideratos, y estar en fases finales, ahora veíamos de lejos el descenso, pero
yo afrontaba una realidad, era suplente, solo jugaba de manera regular torneo
de Concachampions y la Copa MX, de la cual nos alzamos con el título en la
edición Clausura 2014.
Yo seguía trabajando llegar a la titularidad se antojaba
difícil, pero por sendas desafortunadas lesiones de compañeros, tuve una nueva
oportunidad, fue en el Apertura 2014, donde me tocó disputar la liguilla,
llegamos a la final, en la cual jugué, pero caímos en manos del América, entre
expulsiones polémicas de por medio. Desde entonces he sido titular.
El destino me permitió encontrarme de nuevo con una Copa
Libertadores ahora a los 30 años de edad, ahora como referente del equipo,
presente por todos los andares durante más de 10 años, he visto pasar de todo
aquí. Tuve la suerte de marcar un gol en un partido duro, que nos valió el pase
a la semifinal del torneo:
A la postre venceríamos al Internacional de forma categórica
y disputaríamos la final contra River Plate, equipo con el que compartimos
grupo, pero nunca pudimos vencer, aun con todo, llegamos a ser finalista del
torneo más importante que se puede entrar como club mexicano.
Llevo aquí desde siempre, he disputado 142 partidos de liga
para la misma camiseta, la de Tigres de la UANL, nos he salvado del descenso,
he sido campeón, de Liga y Copa; tengo experiencia internacional, he jugado dos
Copas Libertadores, en una de ellas llegue a la final; y ahora por primera vez
formo parte de una preselección, para disputar un partido internacional.
Algunos me dicen el “eterno”
porque siempre he estado allí, otros el “hincha
que juega”, por la determinación y valentía con la que disputo cada
partido; pero mi nombre es José Arturo Rivas Mortera, mejor conocido como la “Palmera” Rivas.
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