Uno de los países referentes en este rubro, el padre del
mejor jugador que ha pisado esta tierra, se encuentra en uno de los peores
momentos de su historia.
Esto no es nuevo, no lo digo solo por perder
contra Chile, la selección sudamericana que mejor juega, si no por lo que se
observa desde hace algunos años, tengo que remontarme hasta el 2006, para
recordar un ataque lleno de cracks, solo por mencionar la ofensiva, Ronaldinho, Kaká, Ronaldo y Adriano; de miedo.
A partir de entonces, la calidad de los futbolistas
producidos en este país ha bajado su calidad, esto ha sido notorio, en su
funcionamiento, en las últimas dos ediciones de la Copa América, ha fracasado
llegando a cuartos de final; y en mundiales ha sido una historia similar,
culminada por la goleada en casa, que todos recordamos.
En estos últimos 5 años, no han sido capaces de producir, un
solo centro delantero, de nivel; y al único que tenían, lo despreciaron previo
al mundial 2014 y tomó la decisión de jugar por España, hablamos de Diego Costa, ha como lo extraña su país
natal ahora. En la plantilla para enfrentar estas dos primeras fechas de la
eliminatoria, el elegido por Dunga para esta posición, es una vieja gloria, Ricardo Oliveira, aquel goleador que
tuvo sus mejores años entre el 2007-2009 con el Zaragoza; aunque en gran forma
en el Brasileirao, es solo un parche y lejos está de ser la solución para esta
selección. Una posible solución, sería Luiz
Adriano, no es ningún joven, pero sus goles dejaron huella en Ucrania,
veremos ahora cómo se comporta en Milán.
Durante la última Copa América, tuve posibilidad de observar
todos sus juegos, y les digo algo, esta selección, ya no emociona, no parecen brasileños,
pero uno observa a los hombres que la integran, si, no son cracks, pero al
menos tienen un nivel de vistosidad por encima de la media; esto no se nota.
Creo que es por la propuesta de Dunga.
Aquel férreo contención que ahora los dirige, busca jugar de
una forma, que no acomoda a Brasil, ellos no juegan así, su propuesta es partir
de un bloque estructurado, rígido, con poco cambio de posiciones entre
jugadores; busca retrasar su línea defensiva, para invitar a que el rival los ataque, y al recuperar posesión en su
campo, desdoblar con pases rápidos.
Pero no todo el panorama es negro, la posible solución a
esta malaria, se puede encontrar dentro de la plantilla actual, cuenta con dos
extremos, ambos llegaron a europa para el Shakhtar, donde destacaron en la liga
de campeones y emigraron, Willian al
Chelsea, y el que para mi gusto es el
mejor jugador de Brasil y que dará mucho de qué hablar ahora en el plantel
de Guardiola es Douglas Costa.
La clave está en volver a las bases de lo que es Brasil,
primero jugar para agradar, dejar de lado las tácticas negativas, regresar a
esos laterales agresivos, a los mediapuntas espectaculares, buscar controlar la
posesión del balón con pases cortos y transición rápida, tener la iniciativa; y
tal vez todo empiece de nuevo, con un solitario triunfo, Brasil recupere, el
ánimo y la memoria, y nos vuelva a emocionar.
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