Ariel Nahuelpan estaba teniendo su mejor torneo desde que llegó a México. Llevaba 7 goles en lo que va del campeonato, era el referente a la ofensiva del Pachuca y se estaba ganando el respeto de sus compañeros. sin embargo por uno de esos caprichos del futbol, el club Pachuca el día de hoy informó en un comunicado que el argentino queda fuera del torneo por presentar una lesión grave pero muy frecuente en los futbolistas: la ruptura del ligamento cruzado anterior.
Si eres medico o no, acá te explico con detalle toda la información sobre esta lesión tan común en el mundo del futbol.
Lesiones del ligamento cruzado anterior
Exploración física.
Suelen ser el resultado de traumatismos de torsión
sin contacto y suelen asociarse con un crujido audible con hemartrosis
inmediata.
Son frecuentes las lesiones asociadas, entre las que se
incluyen las roturas de menisco (75%). Las roturas del menisco lateral son más
frecuentes que las del medial en las lesiones agudas, mientras que estas
últimas ocurren con mayor frecuencia en la rodilla con deficiencia crónica en
el ligamento cruzado anterior.
El test de Lachman es la exploración más sensible para
detectar las lesiones agudas del ligamento cruzado anterior.
Test de Lachman: Consiste en tener al paciente en decubito supino, con la rodilla flexionada aproximadamente 20 grados en rotacion externa. Con una mano se sujeta el extremo distal del muslo y con la otra la extremidad superior de la tibia. Con el pulgar de la mano tibial colocado sobre la tuberosidad tibial, se deben mover en forma simultanea la tibia hacia adelante y el muslo hacia atrás, observando el grado de desplazamiento anterior de la tibia, siempre comparando con el de la otra rodilla.
Un movimiento anterior significativo de la tibia indica desgarro del ligamento cruzado anterior.
Los tests del
desplazamiento del pívot o del reflejo del pívot son de ayuda en la evaluación
de la rodilla cuyo Ligamento Cruzado Anterior esté roto, en especial en la
exploración bajo anestesia.
Las radiografías simples resultan esenciales en la
evaluación de las lesiones del Ligamento Cruzado Anterior, mientras que la Resonancia
Magnetica se ha convertido en una
herramienta de gran utilidad para confirmar el diagnóstico.
Tratamiento.
La reconstrucción
intraarticular suele preferirse en deportistas o en personas que tengan una vida atletica moderada o intensa.
La selección del injerto depende de factores del paciente y
de la preferencia del cirujano y suelen incluir: (1) un autoinjerto de hueso-rótula,
tendón-hueso; (2) un autoinjerto de cuatro bandas de isquiotibial; (3) un
autoinjerto del tendón del cuádriceps, y (4) un aloinjerto.
No suele recomendarse la reparación primaria de las roturas
del ligamento cruzado anterior. Los miofibroblastos tapizan el extremo de los
muñones del Ligamento Cruzado Anterior, lo cual hace imposible la cicatrización
primaria. Existe una importante controversia respecto a la reconstrucción del
LCA en doble haz.
Roturas parciales del Ligamento Cruzado Anterior.
Son objeto de controversia tanto la existencia como el
tratamiento de las roturas «parciales» del LCA, aunque la exploración física y
la estabilidad funcional siguen siendo los factores más importantes a la hora
de determinar si una reconstrucción es necesaria. Pueden producirse lesiones de
un único haz y deben tratarse mediante la reconstrucción del haz lesionado y la
preservación del intacto.
Rehabilitación postoperatoria.
Los criterios de la rehabilitación
han evolucionado y la mayoría de los protocolos recomiendan el movimiento
temprano (haciendo hincapié en la extensión) y la carga de peso. La
rehabilitación en cadena cerrada se ha recomendado especialmente porque permite
la "co-contracción" fisiológica de la musculatura que rodea a la rodilla. No se
han encontrado diferencias entre los programas de rehabilitación acelerada y
los de rehabilitación no acelerada. No se ha demostrado que la aplicación de
férulas en el postoperatorio sea beneficiosa tras la reconstrucción del LCA,
excepto en los esquiadores de la modalidad de descenso.
Complicaciones.
Las complicaciones en la cirugía del Ligamento Cruzado Anterior
suelen ser el resultado de una
localización anómala del túnel (a menudo se elabora el túnel femoral en una
dirección demasiado anterior, lo que limita la flexión), o de una intervención
demasiado temprana (que ocasiona rigidez articular).
También pueden ser motivo de complicaciones la
artrofibrosis, que puede producirse con alguna frecuencia en la fase inmediata
posreconstrucción y la localización inadecuada del material; interferencia por divergencia del tornillo superior a 30°
(en los túneles femorales artroscópicos) y de más de 15° (en los túneles tibiales).
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