Las
transferencias de clubes son una parte importante tanto para los equipos como
para los aficionados. Los clubes deciden qué rumbo futbolístico y mediático van
a tomar para la temporada, existen muy buenos jugadores que no caben en todos
los equipos, hay jugadores que son muy buenos porque tienen una pareja idónea y
si van a otro club no sería igual.
Para los aficionados, este periodo les sirve como semillero de ilusiones o
desastres anunciados antes de iniciar la campaña; si se ficha a alguien caro,
se sienten seguros de levantar la copa, pero si se contrata a alguien poco
conocido dan el fracaso como seguro.
Se menciona que
hay contrataciones que se dan por favores a ciertos representantes o
promotores, fichajes que surgen gracias a la amistad de entrenadores con
jugadores, de esos dos asuntos yo sé que existen, pero voy a evitar tocarlos en
este texto dado que no conozco una situación así a fondo y no me siento capaz
de hablar de ello.
Existen clubes
que contratan de acuerdo a lo que el entrenador les pide para lograr
desarrollar su modelo de juego, hay otras instituciones que adquieren a partir
de lo que la afición reclama o, dicho de otra forma, los jugadores que están de
moda. Hay quienes fichan sin necesidad, los equipos ricos que contratan porque pueden
aunque no lo necesiten, sólo por debilitar a los demás.
Los fichajes,
como mencioné antes, siempre son juzgados como buenos o malos desde el momento
en que se suscitan, pero creo que hay que verlos más como “necesarios” y “no
necesarios”, ¿a qué me refiero con esto?
Un equipo debe
contratar de acuerdo a las necesidades del entrenador o las carencias en
ciertas zonas que pueda tener dentro de la cancha, así como un fichaje puede
ser necesario cuando careces de un suplente para una posición que ya tienes
cubierta con un titular. Por ejemplo: en Tigres, Jairo González llegó para ser
suplente de Jorge Torres Nilo, porque Ricardo Ferretti no tenía otro lateral
izquierdo.
Un fichaje que no
es necesario es cuando el equipo adquiere sólo porque fue el goleador del
torneo, porque está de moda o porque los aficionados reclaman que se contrate a
ese elemento, sin considerar cómo cabría tácticamente dentro del equipo, si sus
características se acoplan a lo que busca el entrenador. Al ficharle, quedas
bien con la afición e incluso con la prensa, pero puede que sea un lugar
ocupado de mala forma, evitando la llegada de un elemento que tenía que ser
adquirido por necesidad.
Hace algún
tiempo, Marcelino García Toral, entrenador del Villarreal, fue entrevistado
para “El País”, y al preguntarle sobre los fichajes, sobre quién ficha en el
submarino amarillo, respondió lo siguiente:
"Fichamos todos. Yo tengo una
participación en las decisiones, no llega ningún futbolista sin que a mí me
hayan preguntado mi parecer. Los de la Liga española los conozco bien a todos.
Y las propuestas de fuera la secretaría técnica tiene un análisis más
exhaustivo y luego me preguntan. Fichar es lo más difícil del mundo".
En ocasiones
gastas 10 millones de dólares en alguien que no da mucho, que trabaja de manera
inferior a lo que se pensaba, pero hay situaciones donde con poco dinero
contratas a alguien de poco nombre, pero mucho fútbol y termina siendo ídolo de
la afición.
No por ser el
más caro, es el mejor. No por ser el más barato, es el peor.
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