Hay de felinos a felinos.
Los norteños, en el papel son un poderoso equipo que supera por muchos millones de pesos el valor neto del plantel sureño.
Unos felinos son equilibrio, mantienen la posesión, agobian al rival, han perfeccionado el sistema del bigotón. Los otros felinos son disciplinados tácticamente, esperan el error, intentan defenderse bien sin embargo jamas renuncian al ataque. El otro bigotón es un genio en adaptar la estrategia.
Los felinos inician al "Tiki Taka norteño", intentan por aquí e intentan por allá, por arriba, por abajo, por un lado, por el otro, por el centro... nada.
Los otros felinos están por todos lados, no hay espacios, se multiplican, asfixian, desesperan a los norteños.
Los felinos del sur hacen coberturas perfectas a los desequilibrantes volantes norteños. Los inactivan, los desaparecen, los borran.
De pronto Aquino encuentra con un pase directo al "Cacha"Arevalo quien estaba solo a inmediaciones de la media luna rival, el uruguayo estaba tan solo como nunca en su vida futbolistica dentro de un rectangulo verde. De igual forma, Arevalo manda un pase como nunca en su vida, en el que demostró técnica y visión. El balón le cae al futbolista mejor pagado de nuestra peculiar Liga Mx, al tigre francés.
El tigre francés siempre intenta ir al arco, este cómodo o incomodo, siempre intenta de primera; esta ocasión no fue la excepción. Gol! gritaron los incomparables. Un bigote celebró y el otro bigote enmudeció.
El francés seguía inspirado, elevó el balón y disparó, esta vez el portero impidió su celebración.
Descanso
Los felinos norteños insistieron, por aquí y por allá, bombardeos al área, nada funcionaba, si no era el francés no era nadie.
Los felinos del sur se defendían con todo. Las lineas defensiva y del medio campo estaban paralelas, muy unidas, no había espacios. La orden del bigoton era bloque, coberturas, intensidad y pases directos a los puntas.
Pasó el vendabal norteño.
En uno de esos caprichos del futbol, aquel jugador que le gusta la velocidad, rebana un balón que origina una serie de rebotes y culmina en un gol para los felinos del sur. Los incomparables enmudecen.
Cuando toda la tribuna pedía a gritos al "tigre MVP", el bigotón mete al tigre pequeño quien poco después sería el que haría explotar aquel volcán apagado.
Casi le sale al bigoton, el lo sabe, también sabe que sus felinos hicieron un gran partido, lo dieron todo.
A veces el futbol es así. Los millones pesan, el bigotón lo sabe.
Espero tus comentarios!
La hiciste bien. Saludos
ResponderEliminar