Hay un nuevo mandamás en la comisión de arbitraje, se llama
Hector Gonzalez Iñarritu a quien yo considero que trabajó bien en su anterior puesto como director general de selecciones nacionales.
Los árbitros mexicanos por muchos años han estado acostumbrando
a los jugadores a ser delicados, a ser débiles, a ser quejumbrosos. No es
posible que en cada partido todo jugador que cae se marque falta, no es posible
que en un cuerpo a cuerpo se marque falta.
Es molesto que cada disputa de balón se marque falta, es tedioso que cada 3
minutos los árbitros estén marcando “faltitas” y que en cada partido haya 7
amonestados como media.
¡No señor!, estamos promoviendo un futbol para jugadores
delicados.
Hace poco tiempo se jugó la final de la Copa Libertadores, River Plate vs Tigres y se ve claramente la
diferencia en cuanto a intensidad de juego, los argentinos se comieron a los
mexicanos con pura intensidad de juego. En cada disputa de balón los argentinos
se comieron vivos a los mexicanos. Y no es porque los mexicanos no puedan jugar
con intensidad, es en gran parte por culpa de nuestro arbitraje que no permite el contacto físico
y los futbolistas de nuestra liga no están acostumbrados al roce.
Recuerdo cuando el futbolista mexicano Pablo Barrera estaba en su mejor nivel y lo fichó el West Ham inglés. Yo tenía mucha fe en él, sabía que podía volar por
esa banda derecha y pintarle la cara a cualquier defensor.
Recuerdo que me despertaba a las 5 am para ver los partidos
del West Ham esperando que Barrera hiciera estragos por dicha banda, pero
lamentablemente no fue asi.
Pablo Barrera al mínimo contacto se dejaba caer, le
temblaban las piernas cada vez que le llegaban con fuerza o sacaba la pierna en
los choques. Oportunidades le dieron, jugo una cantidad importante de partidos
como titular, pero en todos ellos era la misma historia.
A los 6 meses de su
llegada, Barrera estaba sentado en la banca del West Ham con oportunidades mínimas.
Y cuál es el causante de estos dos ejemplos ¿? Yo creo que gran parte es la manera en la que
se emplea el arbitraje en México, de una forma en la que se acostumbra al
jugador a ser tímido, a evitar el choque, a no meter fuerza y todo esto nos
cobra factura en otros países o en torneos internacionales.
Con esto no quiero decir que la fuerza lo es todo en el futbol, pero actualmente si es muy importante en las mejores ligas y los torneos internacionales y el futbol mexicano esta rezagado en ese rubro.
Espero que por el bien del futbol mexicano se revierta esta situación
y que con la llegada de Hector Gonzalez Iñarritu se ponga atención en lo antes
descrito.
Que haya fuerza, que haya choque y que haya intensidad, todo
obviamente de manera legal. No hay que
poner tan baratas las tarjetas amarillas ni las tarjetas rojas.
El acostumbrar al
jugador mexicano a ser tímido nos hace daño a nosotros como espectadores y a
todo el futbol mexicano en los torneos internacionales.
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